SEDAP y el reto de la lucha contra el dolor crónico no oncológico en Atención Primaria

SEDAP participa en una nueva entrega de Desayunos OK Salud, espacio de debate donde diferentes personalidades aportan sus puntos de vista sobre un tema de actualidad, relacionado con la salud. En esta ocasión ha sido patrocinado por Grunenthal.

El tema elegido en esta ocasión es el “ reto de la lucha contra el dolor crónico en Atención Primaria”.

María del Rocío Hernández Soto, presidenta de SEDAP, compartió el debate con otros expertos invitados:

  • Alberto Pardo, subdirector general de calidad asistencial de la Comunidad de Madrid
  • Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes
  • Antonio Alonso, médico de familia y secretario del grupo del dolor y cuidados paliativos, de la Sociedad Española de Médicos de AP ( SEMERGEN)
  • Pedro Ibor, vicepresidente de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor, SEMDOR.

El dolor se define como «una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a daño tisular real o potencial o descrito en términos de tal daño» (Asociación Internacional para el Estudio del Dolor International Association for the Study of Pain –IASP–).

En España se estima que un 32% de la población adulta sufre algún tipo de dolor. La incidencia de dolor crónico se sitúa entre un 11 y 17% según los datos más recientes.

A nivel de Atención Primaria, el dolor es el segundo motivo de consulta11; la artrosis, la lumbalgia y las cefaleas figuran entre los diez primeros motivos de consulta por dolor1 y hasta un 50% de las consultas en Atención Primaria están relacionadas con el dolor crónico.

El dolor crónico en España supone un gasto de 16 mil millones de euros, un 2,5% del PIB. Un paciente que padece dolor crónico severo por término medio, acudirá tres veces más a la consulta de un médico, que otro paciente sin dolor, y dos veces más si padece dolor crónico moderado. Hay estimaciones que indican que un 30 % de las personas que sufren dolor crónico han estado de baja en algún momento debido al mismo.

El dolor crónico genera un impacto emocional en los pacientes, de tal forma que el 30,2% manifiesta que le genera bastante o mucha tristeza y el 29,3% indica que le origina bastante o mucha ansiedad o angustia.

Impacto familiar:  

El 18,2% de las personas indica que el dolor impacta de forma muy acusada en su entorno familiar, mientras que un 29,0% manifiesta el impacto es poco o moderado.

Impacto en la autonomía del paciente:

Por lo que se refiere a la autonomía de los pacientes que padecen dolor crónico, el 71% presenta dificultades para la realización de las actividades de la vida cotidiana y el 13% es incapaz de llevarlas a cabo. Con relación al cuidado personal, el 41% manifiesta problemas para lavarse y vestirse, y el 2% afirma que es incapaz de hacerlo por sí mismo. Si se tiene en cuenta la movilidad, el 63% indica que tiene problemas para caminar y el 5% que no puede caminar.

En el debate se puso de relieve la importancia del dolor co-sustancial con la vida y el dolor crónico no oncológico ( DCNO) como una enfermedad en sí.

En el proceso de atención al paciente, es importante tener en cuenta la perspectiva de la humanización de la atención, garantizando al paciente, no solo el adecuado manejo y alivio de su dolor, sino también la empatía y dignidad de trato.

Se hizo hincapié en la importancia de los hábitos de vida saludables desde edades jóvenes, para llegar a la madurez en mejores condiciones de salud, entendiendo que el envejecimiento está muy ligado al DCNO.

Se manifestó la perspectiva de género en cuanto al DCNO, pues las mujeres padecen dolor crónico, en una frecuencia que duplica a los hombres, en cuanto a dolores de origen osteoarticular ( artrosis de manos, lumbalgia, cervicalgia) y que, llega a triplicar en el caso de la cefalea.

La sensibilización de profesionales sanitarios y población, es fundamental para acortar el gap entre el inicio del dolor y la fecha  del diagnóstico, que se estima en la actualidad en 2 años de media.

La formación en dolor desde el grado y de manera transversal, además de la formación continuada de todos los profesionales sanitarios, se definió como una necesidad por todos los participantes.

La atención a los pacientes por parte de un equipo multidisciplinar, la atención al impacto emocional que el dolor crónico ocasiona, la soledad y aislamiento, además de la discapacidad, y la atención biopsicosocial para un tratamiento global no solo basado en fármacos,  son otros de los temas tratados en el coloquio.